Si en alguna vez has pasado por un sexshop, ya sea en persona o a través de Internet, habrás podido comprobar que existe una amplia variedad de juguetes eróticos, tanto para hombres como para mujeres, algunos más llamativos que otros, o bien más grandes o más caros. A la hora de comprar un sextoy, hay ciertos factores que deberíamos dejar en un segundo plano, como puede ser el tema del color, la marca, e incluso el precio. En cambio deberíamos dar prioridad a factores como el tamaño, su facilidad de uso, y sus funciones.

Está claro que todos tenemos nuestras preferencias, sin embargo si descartamos un juguete erótico porque no nos gusta su color entonces el abanico de posibilidades será muy limitado y probablemente te costará mucho más encontrar lo que buscas.

Lo mismo ocurre con las marcas, cierto es que hay marcas que inspiran confianza y garantizan un mínimo de calidad, sin embargo no todos los productos que fabrica una marca son igual de buenos, algunos son más bien experimentales, y de una campaña a otra pueden desaparecer del mercado porque no los compró nadie o aquellos que lo compraron se quejaron amargamente.

En este sentido, dejarse guiar por las marcas más caras lo único que puede hacer es que lamentemos aún más la elección, y limitarse a comprar juguetes de una sola marca también te restringe muchísimo las opciones.

En tercer lugar, deciamos que el precio debería ser un factor secundario, y esto es así porque si damos con un buen juguete, capaz de ayudarnos a alcanzar increíbles orgasmos, entonces el precio que hayamos pagado estará más que justificado. Está claro que no siempre los más caros son mejores, ni los más baratos los peores.

Entendemos que no todo el mundo puede gastar en un buen vibrador o algún otro tipo de juguete erótico, pero empezar a buscar por los más baratos puede hacer que acabemos comprando un producto de baja calidad, que nos decepcione profundamente, y que nos haga dejar de lado la aventura de disfrutar de la experiencia.


Lo Que Hay Que Tener En Cuenta


El tamaño, tanto a lo largo como a lo ancho, es un factor a tener en cuenta antes de comprar. Mucha gente se decepciona recibe en casa un vibrador o masajeador y ve que es mucho más pequeño de lo que imaginaba, o al contrario, al sacarlo de la caja uno se siente abrumado por su tamaño descomunal.

El tamaño es uno de los factores más importares a la hora de comprar un vibrador o un consolador, debes pensar en el uso que le vas a dar y ver entonces por ejemplo si te interesa algo realmente grueso y largo, o si prefieres algo más normal, o algo más bien pequeño o discreto, y si la idea será estimular el clítoris, el punto G, el glande o la próstata.

El pensar en el uso que le vamos a dar nos ayuda a determinar también las funciones que necesitamos. Por ejemplo, hay juguetes eróticos que permiten estimular el clítoris y el punto G al mismo tiempo, otros que se centran en un solo punto, algunos que sólo sirven para penetrar y otros que están destinados únicamente a uso externo.

Además será importante que sea fácil de usar, ya que resulta bastante frustrante estar cerca del clímax y que aquello se apague o comience a funcionar demasiado rápido y no sepamos regularlo. Lo mejor es que tenga pocos botones, cuanto más sencillo mejor.

También es recomendable fijarse en si es recargable o usa pilas y de que tipo. Y hay que ver también si será fácil de limpiar o si será un dificil porque es demasiado delicado.